Que «se vayan» quienes piensan distinto????
En su panfleto que «se vayan» quienes piensan distinto y utilizando el favor del “modelo” Orlando Barone, periodista de «678», realizó una furibunda crítica a quienes piensan diferente a lo que indica la doctrina «ultra k»; una arenga que los individuos están subordinados ya sea al «Estado absoluto» o al «populismo», bajo la dirección de un Líder.
«Sí, que se vayan los odiadores. Y los pusilánimes que, estando recalientes de odio, quieren disfrazarse de tibios que no están en ningún bando. Solo están especulando, sin jugarse, en su propio corralito de éxito o de rating», nos afirma Barone que el “modelo” ha sido dado a luz como resultado de un proceso de fuerza sin paralelos en la historia del “progresismo” militante (la raza) en la Argentina, el combativo y autóctono macho se ha desbordado a través del Sur en sucesivas olas de avance y conquista, venciendo, exterminando, aplastando, dominando, tomando posesión.
Afirmar Barone que, «Sí, tienen razón quienes se anotan en la tendencia de que se vayan todos. Sí, que se vayan ellos”, nos indica que los más aptos, que han sobrevivido a esas sucesivas olas de conquista desde 2003, son los más aptos por el derecho de la fuerza y en virtud de un proceso de selección doctrinaria, el más duro, el más relevante al que el “progresismo” militante (la raza) en la Argentina ha sido sometido.
Al afirmar Barone que, “Hoy una sociedad nueva, una política nueva y un proyecto nuevo exigen una civilización nueva. Cómicos nuevos. Opositores nuevos”, nos describe que ese macho militante “progresista” (la raza), ha introducido el espíritu de la guerra en todas las instituciones que ha creado y la creencia que la fuerza es el principio del modelo; macho de la civilización “progresista” militante (raza), que ha llegado a ser por la fuerza de las circunstancias el supremo animal de combate de la creación del “modelo”, que han hecho lo que es por la fuerza con que ha conquistado la Argentina y por la fuerza la controla.
Barone, quien durante la dictadura trabajó para Clarín, repite en su columna: «Sí, que se vayan no sé adónde todos ellos: si a la mierda o al final de los tiempos. Porque la Argentina necesita que se vayan. Son un lastre insanable. No hay argumento sensato, comparación empírica ni urna llena de votos populares que los convenzan. No hay inclusión que los excluya de su pasión por la xenofobia»: “impone” solapadamente la infraestructura como base material de la sociedad, determinando la estructura social, el desarrollo y cambio social, dependiendo de ella la superestructura y así los aspectos estructurales se referirán a la organización misma de la sociedad, las reglas que vinculan a sus miembros y el modo de organizar la producción de bienes.
Es la influencia en esa percepción, del parangón del nuevo Cesar que se levantó de la Argentina en ruinas para reinar en la era del “modelo” militante progresista (la raza), por analogía a los cesares de la Antigüedad.
El “modelo” transforma ese culto a la fuerza del más fuerte, que es el militante progresista (la raza), en una antioposicion pura y simple utilizando la “leyenda” de una conspiración para hacerse con el control político y económico
El “modelo” se concreta como una ideología totalitaria, en la medida en que se caracteriza por dar una importancia central y absoluta al progresismo militante (la raza), a partir del cual se debe organizar toda actividad en la Nación, representado o encarnado bajo el liderazgo de un caudillismo supremo, aplicando una encubierta represión contra un amplio espectro de ciudadanos: la oposición definida como enemiga de la Nación y todo aquello que se oponga a la estrecha definición “progresista” militante (la raza), como fuerza paramilitar creada y fortalecida por el “modelo”.
Que «se vayan» quienes piensan distinto, anunciaría el terror ejercido en forma directa.
Osvaldo Buscaya especial para Revista “Mi Barrio” y www.revistamibarrio.com.ar
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