Rodolfo Livingston
El hombre que humanizó a la arquitectura. En el día del arquitecto, qué mejor que hablar de Rodolfo y cómo logró ser un “arquitecto de familia”. Los clientes llegaban a su estudio con la necesidad básica de hacer de sus casas un lugar donde pudieran encontrarse y a la vez poder tener sus espacios sin importar si la reforma era sobre 50 ó 200 mts2. Esta manera de trabajar es lo que diferenció a Livingston del resto de los profesionales.
Transformaba los hogares humanizándolos a tal punto que hasta era muy mágico cómo se parecían a sus dueños según sus costumbres y modo de convivir porque lo importante no es el espacio si no lo que sucede en él.
Hoy su pareja y socia del estudio, Nidia M. de Livingston continúa ese legado bajo los consejos de Rodolfo: “Esta casa es la historia de mi familia, no son ladrillos” nos decían unos clientes que necesitaban desprenderse de su vieja casa y evaluaban (con nosotros) qué cosas dejar atrás y con qué continuar… Eso es lo que hacemos, “humanizar.
Andrea
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