El Vivero suma 70.000 flores a los parques y plazas
Situado en Parque Avellaneda, cumplió 104 años y proyecta producir para 2022 unas 100.000 florales de especies variadas. Además, avanza en la producción de árboles y arbustivas para embellecer el paisaje urbano porteño.
El Vivero de la Ciudad es un paraíso del reino vegetal en medio de la urbe. Allí ingenieros agrónomos, floricultores, arboricultores reproducen de manera continua la vida de las plantas para llevarlas a nuestras plazas y parques y así embellecer el paisaje urbano. Casi como una respuesta al clásico poema de Baldomero Fernandez, 70 balcones y ninguna flor, este año el vivero entregará 70 mil flores a las Comunas para que los jardineros continúen su labor en los 48 barrios porteños.
“El espacio público es lo que más habla de sus ciudadanos y de sus gobernantes también. Que la Ciudad esté linda y bien cuidada, que se haga el mantenimiento necesario de todas las plantas y flores que hay en las calles, en las plazas y parques es fundamental, sobre todo ahora que cada vez pasamos más tiempo al aire libre. Y además, detrás, está la parte que no se ve: el trabajo de muchísimas personas que, con dedicación, hacen que la rueda gire y la Ciudad se vea como se ve” afirmó Felipe Miguel, jefe de gabinete de la Ciudad.
La producción de plantas se realiza de dos maneras, a partir de la germinación de semillas que son sembradas en tierra por un lado y por otro el plantado de esquejes, que son pequeños tallos o gajos que se recortan de las plantas madres. Los gajos se colocan en un cajón con perlitas: un material inerte volcánico que mantiene la humedad para que el pequeño tallo pueda generar raíces y convertirse en una planta. Ya con raíces la planta inicia un proceso de traspaso de recipientes que aumentan su tamaño conforme la planta va creciendo.
“Trabajamos todos los días para generar y mantener espacios verdes de calidad, producimos y cuidamos la belleza paisajística para que nuestros vecinos puedan disfrutarla”, afirmó Julia Domeniconi, secretaria de Atención Ciudadana y Gestión Comunal, área de quién depende el vivero. “Detrás de nuestras plazas y parques hay un gran equipo integrado por nuestros profesionales del vivero, el personal de las 15 comunas, jardineros, guardaparques; todos trabajan en la producción cuidado y concientización de los vecinos para poner el valor el patrimonio público”, agregó.
Los floricultores cuentan que dentro de la producción se busca generar colores para los jardineros que, a semejanza de un pintor frente a un lienzo, trazan líneas y crean formas en los parques con flores. Dentro de los colores más vivaces están los amarillos ahí encontramos los “copetes de estación” o las “calendulas” en el invierno. “Las alegrías del hogar” tienen colores variados y se utilizan para hacer bordados. En la gama de los lilas tenemos las “lobelias”, “los agapantus” que cuando dan flor son muy bonitos y también tenemos margaritas de muchos colores.
“Trabajo acá hace 30 años, empecé muy joven cuando era estudiante en la facultad, y la verdad que esto para mi es el paraíso”, cuenta la ingeniera agrónoma Adriana Crisci, unas de las profesionales que coordina el sector de floricultura. “Yo las veo (a las flores) desde semilla o desde esqueje, hasta que empiezan a sacar sus primeras hojas y luego florecen, entonces cuando voy al parque y las miro siento que son como hijas mías”, se emociona Adriana.
Además de las flores, en el vivero también se cultivan plantas con follajes coloridos y muy llamativos, por ejemplo la “tradescantia” que va del violeta al morado, si se la coloca junto a la “cineraria” que es de color plateado genera un efecto contrastante muy lindo afirman los especialistas. Otra de las plantas con follaje decorativo es la lavanda que además tiene perfume y un color lila muy bonito. También se cultivan los lazos de amor, de color verde, y los combinados verde y amarillo.
“Nuestro Vivero cumple una función destacada en la producción de plantas, flores y árboles. El personal realizó un gran trabajo durante la pandemia para poder entregar esta producción dado que la labor acá es intensiva y manual”, afirmó Florencia Valía, Directora general de Espacios Verdes y Arbolado. “Además de las 70 mil flores, tenemos en producción unas 18 mil plantas entre arbóreas y arbustivas, sólo en los últimos 3 meses se re envasaron 10 mil arbóreas y arbustivas ”,añadió.
Los árboles también ocupan un lugar destacado, en este caso, los ejemplares tienen un período de crecimiento más extenso, por eso algunos podrían convivir aquí hasta 5 años. “La producción de árboles comienza acá en estas vidrieras en dónde sembramos las semillas, este dispositivo permite mantener la temperatura y humedad para que crezcan de manera adecuada”, comenta Sebastián Dieguez, ingeniero agrónomo que trabaja en el equipo de arbolado de la Dirección General de Espacios Verdes y Arbolado porteño.
“En lo que es producción de árboles para veredas tenemos varias especies, principalmente Jacarandá, Lapachos, Crespón y Acer que están recomendados para la Ciudad, por su tamaño, crecimiento y belleza paisajística” concluyó Dieguez. También a modo experimental se han comenzado a producir especies nativas como la bauhinia y la anacahuita para ver cómo se desarrollan y adaptan en distintos espacios ya sea tanto veredas como en parques.
Cultivar la conciencia ambiental
Desde la Dirección de Espacios Verdes y Arbolado de la Ciudad consideran que es tan importante la acción de sembrar y plantar como la de generar conciencia ambiental. Durante 2021 se han desarrollado múltiples actividades en las que participan los vecinos de forma directa, una de esas iniciativas se denomina Vecinos Embajadores. A través de este programa se organizan plantaciones en las que los vecinos reciben información sobre el rol que cumplen los árboles y cuáles son los cuidados que deben recibir durante su primer año de vida en la vereda.
Otro de los programas fundamentales en la formación de conciencia se denomina Escuelas Verdes y es liderado por el Ministerio de Educación. Entre las actividades importantes que realizan los estudiantes se encuentran las visitas guiadas al vivero de la Ciudad. El objetivo es que los chicos y chicas conozcan cómo es el proceso productivo que hay detrás de las plantas, que función cumplen para la Ciudad.
Los más chicos también tienen un lugar destacado a través de la participación en el concurso “Mi árbol, un mural”. Organizado también junto a Escuelas Verdes, el concurso invita a niñas y niños del nivel inicial a realizar un dibujo inspirado en el arbolado urbano. El premio es reproducir la obra en una plaza o parque. El año pasado los vecinos más chicos participaron de la primera edición. La obra más votada se replicó en un mural en el Parque Las Heras.
Este año el concurso contó con la participación de 755 alumnos de nivel inicial, primario y educación especial. Se recibieron 566 piezas gráficas y el público general pudo votar durante una semana su dibujo favorito de una terna preseleccionada por un jurado. El dibujo ganador pertenece a Milagros, del Colegio Armenio Arzruni, y será replicado en un mural dentro de un espacio verde de la Comuna 7, donde se encuentra el colegio.
Producción
- 70 mil florales y plantas de follaje decorativo
- 18 mil plantas entre arbóreas y arbustivas
Luis Alberto Serres
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