Calle Suipacha: una peatonal estilo Macri
Por Aníbal Gotelli Exclusivo para Revista “Mi Barrio” y “La Red de Medios Barriales” de la Ciudad de Buenos Aires
Presidente del Instituto para Pensar Buenos Aires (IpeBA)
Director Ejecutivo de la Fiscalía Ciudadana
www.pensandobuenosaires.blogspot.com
www.actiweb.es/pensandobuenosaires
Cuando pusimos en marcha el servicio de FISCALÍA CIUDADANA del IpeBA, el Instituto para Pensar Buenos Aires, nos propusimos crear un servicio de fiscalización urbana de carácter proactivo, que sirviese para subsanar lo que vemos mal, y para desterrar esa inútil práctica vernácula, consistente en demostrar desacuerdo o mostrar algo que no está bien sólo con un fin político o para arruinar la vida o la carrera de alguien, tal como parecen hacer muchos “líderes” políticos de nuestro país.
Como ya lo tengo dicho y escrito en innumerables ocasiones, A mi no me gusta la fiscalización oportunista ni la denuncia compulsiva, histérica y caprichosa que hacen algunos políticos en campaña.
Yo prefiero la Fiscalización Ciudadana constructiva y correctiva, que sirva para demostrar que los que critican lo hacen porque lo vieron primero, lo vieron claramente y pueden hacerlo mejor.
A través de nuestra Fiscalía Ciudadana, nuestro Instituto se propuso llevar a cabo la fiscalización ciudadana del estado general de la Ciudad, de las obras públicas que en ella se llevan a cabo y de los comportamientos de los ciudadanos, residentes y transeúntes que resulten perjudiciales para terceros o para la comunidad en general.
Asimismo, a través de la Fiscalía Ciudadana del IpeBA realizamos presentaciones ante las autoridades, los medios de comunicación y las organizaciones no gubernamentales, según corresponda, a fin de denunciar irregularidades, fallas y malas prácticas gubernamentales, empresariales, institucionales que perjudiquen a la Ciudad y sus habitantes con el objeto de que sean corregidas o subsanadas.
Una de los temas que nutren varios informes de varios Fiscales Ciudadanos de IpeBA, es la deficiencia funcional que presenta la supuesta “peatonal” Suipacha.
En efecto, veamos algunas de las anomalías observadas por los Fiscales Ciudadanos del IpeBA:
Primero, la “peatonal” Suipacha es una calle que tiene innumerables cantidades de hoteles (con carga y descarga de equipaje y pasajeros), de garajes y de estacionamientos.
Las bicicletas suelen estar encadenadas en cualquier lado, aún en los postes de la luz.
Los carteles publicitarios de muchos negocios, esos estilo caballete, se encuentran fuera de la línea de vereda y prácticamente sobre la calzada.
Las bicicletas no van por las bicisendas sino por donde quieren.
Las motos, van por las bicisendas. ¿Son bicisendas o son ciclovías?.
Los autos entran por la peatonal sin ningún pudor, vayan o no vayan a los múltiples hoteles, estacionamientos y garajes que tiene Suipacha en toda su extensión.
Los autos que entran por la peatonal lo hacen en cualquier sentido, es decir se meten con sentido para Av. de Mayo, se meten con sentido para Av. Santa Fe. Y yo me pregunto, si se puede ingresar con el auto, ¿en qué sentido de la marcha debe hacérselo, con sentido hacia Av. de Mayo o hacia Av. Santa Fe?.
Los peatones que sienten en sus talones los autos que, encima, les tocan bocina como si la calle no fuera peatonal, regularmente se toman a gritos con los conductores que, porfiados, insisten que Suipacha es “semi-peatonal”.
Hubo controles los primeros días de la peatonal. Ahora, desde hace muchísimo tiempo ya no hay ningún tipo de control.
Las motos estacionan en cualquier lado.
Los autos también estacionan sin límite de tiempo y sin razón aparente más que estacionarse.
Hay casas de provincias, hay organismos oficiales, y por supuesto, los choferes dejan los autos de sus jefes a tiro de llamado, muchas veces en las puertas mismas de tales reparticiones.
Los días de manifestaciones o cierres en el centro o simplemente por atascamiento de Bartolomé Mitre, los autos que vienen por esta última drenan por Suipacha hacia Av. de Mayo.
Por supuesto, todo este desbande se complementa con la total ausencia de control municipal o Policía Metropolitana o lo que sea para que cada uno haga lo que deba hacer y no que todos hagan lo que quieran en una calle que, se supone, fue concebida para priorizar el tránsito peatonal.
Podríamos seguir enumerando las anomalías que presenta la supuesta “peatonal” Suipacha. Pero no es la idea fatigar al lector con una lista interminable de incumplimientos e inobservancias que, en definitiva –como se verá- son parte por parte de los propios ciudadanos y transeúntes y parte de un gobierno porteño ausente, indolente y poco eficaz en todo lo que sea materia de control.
Este corto artículo, como vendrán otros, sirve y servirán para llamar la atención sobre cuestiones puntuales de nuestra Ciudad que no están funcionando bien. Para que se corrijan, ya que, corrija quien las corrija –en definitiva- tales correcciones nos terminarán permitiendo vivir en una Buenos Aires mejor.
Cantidad de Caracteres 5051