Apertura Legislativa 2012: Una Cristina “submarina” y una Oposición “sub-acuática”

Por Aníbal Gotelli (Exclusivo para Revista “Mi Barrio”)
Presidente del Instituto para Pensar Buenos Aires (IpeBA)
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Debo reconocer que tenía preparado un artículo con mis opiniones sobre la tragedia de Once. Pero ese artículo va a esperar hasta la semana que viene, y mejor, porque seguro puede salir perfeccionado a medida que avancen las pericias judiciales y las auditorías oficiales.

El motivo del cambio en el orden de publicación de mis ideas se debió porque tuve el privilegio de poder escuchar en forma directa y con el fragor y a temperatura ambiente, el discurso con nuestra Presidenta declaró inaugurado el 130º período de Sesiones Ordinarias en el Congreso Nacional.

Un discurso de más de tres horas lleno de detalles, de precisiones, de cifras, de estadísticas y de datos hasta provenientes de organizaciones internacionales sobre los avances y mejoras de nuestro país en los últimos años.

Sin embargo, apenas terminado el discurso, varios personajes de la Oposición al Proyecto Nacional y Popular, una Oposición deshilachada, débil, sin ideas ni proyectos, salieron a decir que la Presidenta ni dio precisiones, ni cifras, ni estadísticas, ni datos que los puedan convencer de nada.

Muchos de ellos dijeron que lo dicho por nuestra Presidenta no se condecía con lo que les decían “sus pueblos” en sus “provincias”.

Y yo me pregunté de inmediato de cuáles pueblos y de cuáles provincias estarían hablando, porque la Presidenta, salvo en una, ganó en todas las provincias, y de la provincia en que no ganó, ningún político se atrevió a pronunciarse contra el discurso presidencial, por lo que se infiere que, nuevamente, la Oposición entiende lo que ve o tergiversa, de manera aviesa, la realidad para su pobre, triste y escaso beneficio.

Después de escuchar el discurso de nuestra Presidenta y los pobres argumentos de la Oposición, me queda en claro, cada vez más en claro que no es lo mismo SER SUBMARINO que ser SUBACUÁTICO.

Escuchando a Pinedo, Michetti, Luis Juéz y otros triste etcéteras quedé todavía más convencido de que NO ES LO MISMO CONOCER Y ANIMARSE A LA PROFUNDIDAD DE LOS MARES que ESTAR TAPADOS POR EL AGUA.

Y también comprendí este 1º de marzo más que nunca, por qué esta gente perdió como perdió y por qué nuestra Presidenta ganó su re-elección con el 54% del electorado.

También entendí por qué durante este último mes de enero fui invitado por el Grupo Parlamentario de Mujeres de la Asamblea Legislativa de El Salvador para dar unas charlas sobre Liderazgo e Imagen Política para mujeres políticas con una temática focalizada en la figura de nuestra Presidenta, tomada como referente y paradigma nacional e internacional de conductora y de lideresa política y social.

Es natural que los que estamos embarcados a tiempo completo y por pasión, acción y profunda convicción en el Proyecto Nacional y Popular nos sintamos atraídos por las dotes de liderazgo de nuestra Conductora, pero el pedido que me formularon desde El Salvador y el discurso que escuché este 1º de marzo de 2012 me llevaron a profundizar aún más el estudio de las capacidades conductrices de nuestra Presidenta y de cuál podía ser la causa del desconcierto y desazón que le causa a la Oposición y, por otro lado, la admiración internacional y de la colocación de su figura a niveles paradigmáticos por parte de otras mujeres políticas de toda América Latina.

Tomé entonces el “Manual de Conducción Política” de Juan Perón, y releyéndolo entendí de manera definitiva, metódica, analítica y disciplinaria no sólo por qué puede ser tomada como figura paradigmática a nivel internacional, sino además, por qué los peronistas y hasta los no peronistas enrolados en el Proyecto Nacional y Popular no ponemos en duda su liderazgo y acatamos naturalmente su Conducción.

La respuesta es simple. Cristina Fernandez de Kirchner cumple con todos los requisitos, que no sólo en el Peronismo, sino en la Política en general, se espera que posea una Conductora, una lideresa de primer nivel, tal como el que ha sido evidenciado en el discurso del 1º de marzo.

Para hacer el análisis tomé mi viejo “Manual de Conducción Política” (edición 1971) y entonces me di cuenta, contrastando sus bases y principios, el por qué nuestra Presidenta resulta tan difícil de rebatir, de horadar y de vencer.

Nuestra Presidenta tiene: intuición de líder (pags. 14,78,83,167 y 225); información permanente sobre todos los asuntos del país y de la actualidad nacional e internacional (pags.61,84,85,86,124,128,171,172,173 y 239); experiencia (pags. 14, 139,143 y 261); conocimiento de doctrina (pags. 5,7/9, 48,52,63,64,66/68,118,120,210/212 y 218); dominio (pags. 205,207 y 209); capacidad de ejecución (pags. 129,168,240/241 y 243/4); manejo de la estrategia (pags. 77/79,107/111,124/125,154 y 243); manejo de gobierno (pags. 34,39,45/46,48,60,113,116,118,215,226 y 227); método (pags. 23/24,28,77/83,87,104,131,165,168,236/7 y 246); sentido de la lealtad a la gente, a sus equipos y a sus ideas (pags.3/4,103,117,151,209 y 231); y otro largo etcétera de cualidades cuyas páginas no voy a dar porque pueden buscarse tranquilamente en el “Manual” pero que, someramente enumeradas podían seguirse nombrando: objetivo, sentido y manejo de la organización, persuasión, plan, manejo de política internacional, manejo de la situación, táctica, técnica, ubicuidad, unidad de concepción, valores espirituales y otros muchos más.

No se pueden refutar 3 horas y cuarto de discurso alegando únicamente que todo lo dicho “es mentira”, que “nada es así” y que los datos dados y tomados de organismos internacionales “no son ciertos ni tan así”.

Lamento que no se hayan tomado siquiera unos minutos, quizás una hora para hacer la refutación de un discurso que les quedó grande, que les resultó inentendible, porque no tienen ni la capacidad ni la valentía para refutarlo. Yo a muchos de ustedes, después de tanta carrera y de tanta vida pública como tengo, los conozco bien y se positivamente que no tienen ni la capacidad ni la valentía para hacerlo con la altura que ese discurso se merecía.

La propia Sarlo, que se presenta como intelectual, se limita en el Programa de Montenegro de A26, a criticar a la Presidenta por su mención a Napoleón. Cuando la Presidenta habló del carácter codificador de Bonaparte y no de sus conquistas ni de sus batallas. ¡No nos subestime señora Sarlo!, no le queda bien, ni es irónica ni es graciosa. Al contrario, ya está quedando prácticamente patética. Y de paso, lea un poquito a Perón, serene su antiperonismo visceral, y vea que fue Perón el que primero usó ejemplos napoléonicos en su “Conducción Política”. ¡Hay que criticar menos y dedicarse a leer un poco más!. Pero hay que reconocer que Sarlo ha sido coherente, pues tiene en su cabeza bien prendida la demonización británica de Bonaparte. Recordemos que ya lo dijo un sabio poeta popular argentino: “Si la historia la escriben los que ganan eso quiere decir que hay otra historia… la verdadera historia”.

¡Lo único cierto es que no son serios muchachos!.

Perdieron en todos los distritos y dicen que dicen representar el sentimiento de los distritos en los que perdieron. ¡Pero qué tontería es esa!.

Repito: no son serios.

¡Es lógico muchachos que les de miedo enfrentarse sin ideas a una mujer llena de ideas; y mucho más difícil todavía enfrentarse sin ninguna convicción a una mujer llena de convicciones!.

Es lógico. Es triste para ustedes, muchachos, pero es lógicos.

Muchachos de la Oposición, recuerden por favor que nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio. Y también recuerden que del ridículo que están haciendo, como decía Perón, es del único lugar del que no puede volverse.

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