APRENDIZAJE. Vida y escolaridad.

Diferenciando y comparando los aprendizajes de vida y los académicos es que se puede reconocer lo siguiente:
El aprendizaje en la vida se da en forma más rápida y de manera más sencilla que el aprendizaje que se vive en la escuela ya que, el primero, consiste en la resolución de problemas reales, concretos y cotidianos que necesitan de respuesta inmediata para poder continuar, mientras que, el segundo, presenta dificultades (en todo alumno) por ser abstracto, ajeno a la realidad y no provocar un esfuerzo propio, a voluntad. Más allá de que en la escuela exijamos una pronta respuesta al conflicto que planteamos para resolver, el alumno no logra sentir que la resolución, y solución, que pueda dar sea imprescindible para continuar en el trayecto educativo…y es cierto.

Los aprendizajes en la escuela son de suma importancia ya que es en ella dónde los principales ejes a enseñar son leer y escribir, y estos, a su vez, son los posibilitadotes de adquirir conocimientos científicos y culturales.

Como docente afirmo en palabras y actos que debemos tener en cuenta los conocimientos cotidianos de nuestros alumnos, trabajar desde y sobre ellos, transformándolos y enriqueciéndolos, lograr que las relaciones surjan, sean provocadas por nuestra enseñanza. Este aprendizaje es la base de nuestra labor.

Los docentes, la escuela, el Sistema Educativo y la sociedad, tomando conciencia de esto y reconociendo que la solución se halla en los verdaderos cambios que todos podemos efectuar si realmente nos lo propusiésemos, lograríamos al menos reflexionar sobre los propósitos de la escolaridad y todo lo que ello implica.

Texto elaborado por: Marcela Capece (Docente de Nivel Primario)
Bibliografía consultada: Juan Delval, “Aprender en la vida y en la escuela”.