La estatua de Colón
Les han ganado por cansancio a los integrantes de la comunidad italiana. Antonio Devoto, un destacado inmigrante tuvo un destacado lugar como propulsor de la donación. La magnífica escultura es obra de Arnoldo Zocchi. Fue en ocasión del Centenario de la Revolución de Mayo, la piedra fundamental se colocó el 24 de mayo y la estatua se concluyó en 1921. Un esfuerzo encomiable. Un ícono de Buenos Aires que nos han quitado. ¿es posible que todo se haga tan mal? Lamento que las autoridades de la ciudad hayan aceptado lo dispuesto por el Gobierno Nacional. Le estamos faltando el respeto a nuestra historia, a nuestros orígenes. Una vez más Argentina da la nota. Tuve oportunidad de admirar en Santo Domingo el imponente homenaje que la República Dominicana le brindó al gran navegante. El monumento alcanza los doscientos treinta metros de altura y setenta de ancho y está coronada por lo que da denominación al conjunto: el Faro de Colón. ciento treinta y tres luminarias irradian sus haces hacia el cielo. Ofrendas escultóricas que lo recuerdan se hallan en casi todos los países de América, incluso en el Central Park de Nueva York. Es lamentable que debido a los ofensivos comentarios del extinto presidente Chávez, quien llamó, injustamente, genocida, al marino genovés se llegara a esta ignominia. Desmantelarlo fue un despropósito. Una ofensa a quienes lo donaron y a sus descendientes y a todos los argentinos que respetamos a esos hombres y mujeres que bajaron de los barcos y tanto le debemos. Considero que es una medida caprichosa. Juana Azurduy, podia haber sido emplazada en otro de los importantes espacios verdes de nuestra ciudad. Nadie desea quitarle los méritos a esta heroína de las luchas de nuestra Independencia, nacida en Bolivia, pero el cambio no tiene sentido. El gasto excesivo y desordenado que han realizado, y aún no concluyó, es un desacierto. La historia lo registrará. Pienso que la polémica está abierta y continuará por largo tiempo.
Rosa de la Fuente
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